En el año 1972 un joven emprendedor llamado Rafael Fernández, cargado tan solo con una maleta llena de pasión por un oficio que empezaba a desarrollarse y evolucionar rápidamente en el sector dental, habilita en su propio domicilio, un pequeño laboratorio que será el embrión de lo que más tarde se convertirá en uno de los primeros laboratorios protésicos de la ciudad de Barcelona: Laboratorio Protésico Fernández.

Acompañado de un equipo de jóvenes entusiastas y pioneros en la aplicación de gran parte de las técnicas más actuales, desconocían en aquel entonces que estaban escribiendo parte de la historia de este apasionante oficio en Cataluña.

Inicialmente el Sr. Rafael Fernández crea su primer centro profesional en la C/Sepúlveda de la ciudad condal, para trasladarse más tarde, en el año 1985 a otro centro mayor en la C/ Viladomat, siendo finalmente en el año 1997 cuando se instala de forma definitiva en la ubicación actual de la empresa en la C/ Numancia, 73 de Barcelona.

La inquietud por conocer y entender lo que los estomatólogos de la época demandaban para sus pacientes y su pasión por la formación como instrumento de mejora continua, siembran la semilla para crear la segunda generación de protésicos de la familia en la figura de su sucesor el Sr. Oscar Fernández Paniagua, formado en las mejores laboratorios Suizos durante cuatro años en los que completo su formación asistiendo a innumerables cursos impartidos por los principales gurús de la escuela protésica Europea en países como Bélgica, Italia y Austria.

Tras su regreso a Barcelona, recoge el relevo de la dirección técnica de LABPROFER y se convierte en profesor titular del master de prótesis y del master de implantes de la universidad de Barcelona durante los siguientes cuatro años compaginándolo como dictante de innumerables cursos y ponencias por toda Europa y sumando todos estos conocimientos adquiridos a los más de 50 años de experiencia de esta saga de protésicos vocacionales.

Esto les permite ofrecer una de las opciones profesionales con mas valor dentro del sector de la mecánica dental, con una filosofía profesional muy clara, basada en los valores que en su día sentaron las bases de este ilusionante proyecto: “profesionalidad y honradez por encima de todo” lo que les convierte quizás no en la mejor oferta, pero si en la más adecuada para cualquier clínica dental.